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Vive el Hoy

 

Vive el hoy

Existen dos días que no deben causarnos ni tormento ni miedo, uno es AYER, con sus errores e inquietudes, con sus flaquezas y desvíos, con sus penas y tribulaciones, AYER es un cheque cancelado, AYER esta fuera de nuestro alcance, ni siquiera todo el oro del mundo puede devolvernos el AYER, no podemos deshacer una sola de las cosas que AYER hicimos. AYER se marchó para siempre. AYER ya no volverá.

El otro día que no debe preocuparnos es MAÑANA. Por la calle del MAÑANA se llega a nunca. MAÑANA con sus posibles adversidades, dificultades y vicisitudes, con sus halagadoras promesas de bienestar o sus lúgubres augurios. MAÑANA esta fuera de nuestro alcance inmediato; no sabemos si MAÑANA estaremos vivos.

MAÑANA saldrá el sol para resplandecer en un cielo nítido o para esconderse detrás de densas nubes, pero saldrá. Hasta que salga y sólo hasta que salga no podemos disponer del día de MAÑANA, porque el MAÑANA todavía esta por nacer. Si un día nos resta: HOY. Cualquier persona puede soportar las refriegas de un solo día, pero si a HOY le sumamos las cargas de estas grandes eternidades: AYER y MAÑANA, la carga se hace insoportable.

No son las cosas las que nos vuelven locos, lo que nos enloquece es el remordimiento o la amargura por lo que nos aconteció AYER, o el miedo de lo que nos sucederá MAÑANA.

Por eso vamos a conformarnos con vivir un solo día: HOY, solo por hoy seré feliz, solo por HOY fortaleceré mi mente, aprenderé algo nuevo, solo por HOY seré agradable, hablaré con voz baja, me mostraré cortes, solo por HOY trataré de vivir únicamente este día, sin abordar a la vez el problema de la vida, solo por HOY no tendré miedo de ser feliz, de hacer lo que me gusta, de disfrutar de lo bello, de amar y de creer que a los que amo también me aman.